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¿Qué formación necesitan hoy los jóvenes cooperativistas?

En un mundo en constante cambio, las cooperativas enfrentan el gran reto de atraer, formar y retener a las nuevas generaciones. Este artículo reflexiona sobre qué tipo de formación necesitan hoy los jóvenes cooperativistas: ¿es suficiente con repetir los valores de siempre? ¿Cómo conectar con sus intereses, lenguajes y formas de aprender sin perder la esencia del modelo cooperativo?

Analizamos la necesidad de adaptar metodologías, utilizar tecnologías y diseñar estrategias educativas que combinen identidad y modernidad. También se cuestiona el papel actual de las cooperativas: ¿están preparadas para escuchar y co-crear con los jóvenes, o siguen encerradas en estructuras adultocéntricas y tradicionales?

Este texto invita a repensar el Quinto Principio desde una perspectiva juvenil, como herramienta de transformación real, y a asumir que rejuvenecer el cooperativismo no es una moda, sino una necesidad vital para su futuro.

En cada reunión de dirigentes cooperativos, en cada foro o congreso, aparece una preocupación recurrente: la falta de jóvenes en el cooperativismo. Se habla de envejecimiento de los liderazgos, de estructuras que no se renuevan, de organizaciones que ya no conectan con las nuevas generaciones. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esa preocupación no se traduce en acción. Y cuando se actúa, se hace desde viejos esquemas que ya no responden a los lenguajes, necesidades ni expectativas de la juventud actual.

Este artículo busca abrir una conversación urgente: ¿qué tipo de formación necesitan hoy los jóvenes cooperativistas? ¿Cómo construir procesos educativos que los involucren, los desafíen y los enamoren del cooperativismo sin disfrazarlo ni diluirlo?

Atraer jóvenes no es adaptarse al mercado, es renovar el sentido

Uno de los errores más frecuentes es pensar que atraer jóvenes a las cooperativas significa volverse “más modernos” en lo superficial: abrir redes sociales, usar palabras de moda, digitalizar servicios. Eso puede ayudar, pero no es lo esencial.

Los jóvenes de hoy no necesitan espectáculo: necesitan coherencia, causas, comunidad, futuro. Buscan organizaciones donde lo que se dice se viva, donde puedan aportar, donde encuentren sentido. Y todo eso, el cooperativismo lo tiene. Pero muchas veces no sabe comunicarlo, ni menos aún formarlo desde la experiencia.

La formación tradicional no está funcionando

Si queremos que el cooperativismo rejuvenezca, necesitamos cambiar la manera de educar. En muchos espacios, la formación sigue siendo:

  • Jerárquica y vertical.

  • Basada en conferencias unilaterales.

  • Lenta, poco flexible y desconectada del contexto juvenil.

  • Centrada en el cumplimiento de contenidos, no en la transformación.

Así, ¡claro que los jóvenes se aburren! No es que no les interese el cooperativismo. Es que el modo en que se les presenta muchas veces lo vuelve inaccesible, irrelevante o anacrónico.

¿Y qué esperan los jóvenes?

Estudios recientes, así como experiencias en movimientos juveniles, nos permiten identificar algunos rasgos clave de lo que los jóvenes valoran en los procesos formativos:

  • Lenguaje directo y honesto. Sin tecnicismos vacíos ni promesas falsas.

  • Espacios participativos. Quieren hablar, proponer, cuestionar.

  • Diversidad de formatos. Videos, podcasts, redes, talleres, juegos, encuentros, proyectos reales.

  • Conexión con sus intereses. Medio ambiente, economía circular, tecnología, cultura, derechos humanos.

  • Acción concreta. Quieren hacer, no solo aprender.

  • Cuidado del bienestar emocional. Espacios seguros, con mirada integral.

Formar a jóvenes cooperativistas no es “bajar el nivel”, es subir la intensidad desde la metodología y la coherencia.

Educar desde la identidad, no desde el marketing

Uno de los grandes riesgos es intentar atraer jóvenes disfrazando al cooperativismo de algo que no es: una app, una empresa con corazón, una startup.

Eso puede crear entusiasmo momentáneo, pero no forma identidad. Y si no hay identidad, no hay continuidad.

La formación juvenil en cooperativismo debe partir del Quinto Principio, que no es solo un mandato, sino una estrategia: educar para la participación, para la democracia, para la cooperación real.

  • Que conozcan la historia del cooperativismo desde las luchas sociales.

  • Que reflexionen sobre los principios con ejemplos actuales.

  • Que entiendan que ser cooperativista es una forma de estar en el mundo.

No para repetir el pasado, sino para proyectarlo hacia el futuro.

Tecnología con identidad: una alianza posible

Los jóvenes están hiperconectados. Eso no es un problema: es una oportunidad. Pero solo si se combina con contenido significativo.

  • Plataformas interactivas de formación.

  • Comunidades digitales cooperativas.

  • Aplicaciones para gestión participativa.

  • Videos con mensajes potentes y reales.

La tecnología no es enemiga de la identidad, siempre que el contenido tenga sentido y los principios no se diluyan.

Las cooperativas necesitan cambiar… sin perderse

Atraer jóvenes no significa que las cooperativas deban dejar de ser lo que son. Significa profundizar en su esencia y actualizar su forma de comunicarla y vivirla.

  • Servicios financieros accesibles para jóvenes.

  • Participación en las decisiones desde etapas tempranas.

  • Espacios juveniles con autonomía y capacidad de incidencia.

  • Mentores y mentoras que acompañen sin imponer.

  • Procesos educativos desde la acción y no solo desde el aula.

La identidad cooperativa no es una camisa de fuerza. Es una raíz que permite crecer con dirección.

El papel de los dirigentes y educadores

Ninguna estrategia juvenil funcionará si los liderazgos actuales no están dispuestos a abrirse al cambio. Educar a los jóvenes no es domesticarlos ni dirigirlos, es abrir el espacio para que construyan su propio cooperativismo.

Eso implica:

  • Escuchar con humildad.

  • Ceder espacios de poder.

  • Reconocer que el modelo necesita evolucionar.

  • Dejar de repetir recetas.

Los educadores cooperativos necesitan actualizarse. Pero no solo en tecnología. En metodología, en actitud, en escucha, en respeto.

¿Y los organismos de integración?

Las federaciones, confederaciones y organismos internacionales deben dejar de ver la juventud como “futura generación” y empezar a reconocerla como generación actual con capacidad de transformar.

Eso exige:

  • Programas específicos de formación juvenil.

  • Plataformas y redes de jóvenes cooperativistas.

  • Participación real en espacios de decisión.

  • Recursos para proyectos liderados por jóvenes.

  • Alianzas con universidades, colectivos, escuelas populares.

No basta con un “comité juvenil”. Se requiere estrategia, compromiso y coherencia.

Cierre: formar juventud cooperativa es formar futuro

El mayor riesgo no es que los jóvenes no se acerquen a las cooperativas. Es que las cooperativas no sepan acercarse a ellos con respeto, con autenticidad y con propuestas formativas reales.

El cooperativismo tiene todo para ser una opción de vida para las nuevas generaciones: valores, historia, impacto social, autonomía, participación. Pero si no lo educamos desde esa base, se perderá en medio de un mercado saturado de promesas vacías.

Hoy más que nunca, educar jóvenes en cooperativismo es un acto de resistencia y de futuro.

Es una forma de sembrar dignidad, de regenerar estructuras, de garantizar continuidad.

No se trata de hacer "algo para los jóvenes". Se trata de construir con ellos, desde ellos, y para un cooperativismo vivo y joven.

Invitación final:

Si eres dirigente, educador o miembro de una cooperativa, pregúntate: ¿qué estamos haciendo hoy para formar a los jóvenes cooperativistas del mañana?

Y si la respuesta no es clara, entonces empieza ahora. Con una escucha. Con un cambio. Con una formación distinta. Porque el futuro cooperativo se construye hoy... o no se construirá.

 

🖋️ Este artículo forma parte de la colección original Fortalecer la IDENTIDAD Cooperativa | Conciencia y Acción desarrollada por Ramón Imperial Zúñiga para 5to-Principio.

Nuevas generaciones, nuevos lenguajes, nuevas metodologías. Conectar identidad y juventud.

Autor del Artículo:

Ramón Imperial Zúñiga

Socio fundador de la Academia Online 5to-Principio y la Cooperativa PINOS, Consultor en Cooperativismo y ESS especialista en Estrategia y Gobernanza, Reconocido escritor con 40 años de experiencia internacional en liderazgo cooperativo.

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